En el coqueto Bakcell Arena y con más espectadores visitante que locales, Gales firmó una victoria que se antojaba clave para seguir soñando con la Eurocopa. El trámite, ya que se medía a la última del grupo, le lleva a jugarse el billete ante Hungría en casa.
Los de Ryan Giggs trazaron un claro plan que pasaba por sentenciar el encuentro lo antes posible para no encontrarse con sorpresas que le dejaran en la cuneta. Y es que una derrota habría dejado a los galeses sin opciones de clasificación.
El choque empezó con el dominio visitante esperado. A los diez minutos, Balayev, portero local, salvó dos tantos, con especial mértio en el segundo intento visitante, al que respondió con una preciosa palomita.
Pero, a la tercera, una vez más, fue la vencida. Moore aprovechó un magistral córner de Wilson que le dejó la bola casi en la línea para hacer subir el primero al luminoso.
El 0-1 frenó cualquier reacción nerviosa que habría tenido Gales sin el 0-0 se hubiese mantenido en el marcador. Azerbaiyán quiso reaccionar, pero le cayó el segundo antes del descanso.
James, del United, sacó un zurdazo que iba camino de ser el golazo de la jornada. La madera se lo negó, pero Wilson, muy atento en el área, remachó el rechace para encarrilar el triunfo.
Al descanso, la aportación de Bale fue prácticamente nula. Se le notó al madridista su falta de ritmo, algo que se notó aún más con un equipo que suele depender, en gran medida, del '11' en ataque.
La segunda mitad se podría resumir con el cambio de Gareth y muy poco más. Giggs no quiso arriesgar en demasía ni a su estrella, que se fue en el 59' por Ramsey, ni al resto de su equipo. Los visitantes quisieron bajar varias marchas. Los locales no tenían muchas más en su vehículo.
El partido se calentó en varias fases del juego, aunque la sangre no llegó al río pese al carácter que mostraron Wilson y Rahimov, especialmente, en la recta final.
El tanto anulado a Lockyer al inicio del segundo tiempo fue casi la única acción reseñable en lo deportivo. James sí intentó dar algo de brillo a los segundos 45 minutos e incluso tuvo el 0-3 con un cabezazo que buscaba la escuadra en la recta final del encuentro.
Al final, Gales certificó el triunfo y ya mira al martes, cuando en Cardiff vivirá la auténtica 'final' para estar en la Eurocopa. Necesita ganar a Hungría, ya que el empate o la derrota dejarán sin torneo a los de Giggs.