Lleva apenas seis goles en Liga y otro en Champions, en 22 partidos. Siete goles, uno cada tres partidos y poco. Un bagaje muy escaso para lo que se esperaba de él.
Desde su último gol, ante Osasuna en El Sadar, Gameiro ha sido titular en cinco ocasiones, amistoso en Arabia incluido, y suplente en los otros dos, ante el Bayern en Champions y el Guijuelo en Copa.
Se le ve bloqueado y ansioso, tal y como se veía a Griezmann en los últimos partidos de 2016. Un francés debe enseñar al otro a tener paciencia, porque con trabajo los resultados llegan.