Así es la Juventus de Turín. Ya puede Rugani poner minas en su defensa, ya puede lesionarse Bonucci, Emre Can marcarse en su portería o Cristiano no olerla en 80 minutos. A la Juve se le caen los goles y las victorias del bolsillo. Lo sufrió la Lazio.
La Lazio de Simone Inzaghi fabricó buen fútbol y generó múltiples ocasiones. Pero se topó con Szczesny primero y luego no contaba con la entrada de Cancelo y Bernardeschi. Con estos tres y el penalti convertido por CR7 la Juventus no necesitó más.
Con Luis Alberto en modo 'superstar', la Lazio llevó a la Juventus al borde del precipicio. Correa por la izquierda y Parolo por la derecha percutían. No sabía la Juve por dónde le venían.
Por si fuera poco, a Allegri se le lesionó Bonucci, quizá sabedor de que se ha roto para la Champions. Rugani no se enteró de la película y parecía un delantero más de la Juventus. Si no es por Szczesny, Luis Alberto y Parolo habrían convertido en gol dos absurdas pérdidas suyas.
En la segunda, mismo plan, aunque Emre Can y no ningún jugador del equipo romano fue el que marcó para la Lazio. Seis tiros a puerta registró el equipo de Inzaghi, tres el de Allegri. Adivinen quién venció.
A la hora de partido, Allegri jugó a la ruleta rusa y confió en el ida y vuelta. Con campo por delante, porque la Lazio pecó de ambiciosa, Bernardeschi y Cancelo encontraron chucherías por el campo.
Por la izquierda avanzó el italiano, la cedió a Dybala, se topó con Strakosha y Cancelo remachaba a gol. Otra carrera y centro de Cancelo a pocos minutos del final acababa con el luso en el suelo por empujón de Lulic.
Cristiano, que no mostró su versión totémica, no falló en una de las suertes que mejor domina. Tiró el penalti al centro y le dio a la Juventus una victoria que por momentos no parecía querer en vista de algunas malas acciones y precipitaciones diversas. Los ricos también lloran, pero menos.