Comenzó el asturiano respondiendo en tono distendido a las preguntas de la prensa. "Será un Sant Jordi muy feliz en Cataluña y muy feliz para todos los culés", empezó diciendo.
Pasó entonces a analizar el partido, a petición de los periodistas. "Creo que el ritmo ha sido alto pero por momentos incontrolable. Pesa la Champions", reconoció.
"Hay situaciones que se dan por la calidad de los jugadores del Real Madrid aunque sean diez", añadió, al ser cuestionado por el gol del empate blanco con un hombre menos.
Sin embargo, quiso rebajar la euforia por la victoria. "Le falta un partido al Real Madrid. Esto será ajustado hasta el final. Es lo que hemos conseguido hoy", dijo, serio, Luis Enrique.
Al ser preguntado por el rol de Messi, el técnico azulgrana confirmó lo que vimos sobre el campo. "Hemos intentado meter por dentro a Messi. Queríamos que participara ahí", explicó.
Sobre el gol del triunfo, sin restar méritos a Messi, reconoció la importancia en el mismo de los otros actores. "La última jugada es una gran acción de Sergi Roberto. Gran poderío físico", dijo, sobre el polivalente futbolista.
Entonces soltó su clásica 'puya' al Madrid. "Ganar así es más propio del rival pero a nosotros también nos gusta hacerlo", respondió, al ser preguntado por el hecho de ganar gracias a una contra en el descuento.
Le preguntaron si ése fue el guión previsto. "Planteamos el partido para generar ocasiones y recibir pocas", afirmó.
Y defendió a Messi. "Messi es el mejor. Si queréis nos disculpamos por el hecho de que haya decidido el partido...", respondió, cuando un periodista insinuó que el partido se ganó sólo por el argentino.
Eso sí, pidió más ayudas para los árbitros. "Pienso claramente que el colectivo arbitral necesita ayudas no solo en este partido. Siempre", espetó, sin dudar.
Y terminó reconociendo que la temporada está siendo larga, muy larga. "Esta temporada pesa como cinco. Han pasado tantas cosas que parece un lustro", dijo Luis Enrique, antes de despedirse y retirarse de la sala de prensa del Santiago Bernabéu.