Cualquier resultado que no sea un triunfo ante el Alavés, vicecolista de Primera con cero puntos y cero goles a favor, sería muy, muy preocupante para el Real Madrid.
Los blancos se han dejado siete puntos de los quince disputados, lógicamente la distancia que les separa del Barcelona, que ha hecho pleno de victorias hasta la fecha.
Zidane tendrá que hacer encaje de bolillos, porque además de golpe moral que supuso caer en casa ante el Betis, el Madrid tiene una larga retahíla de bajas importante: Marcelo, Theo, Benzema, Kroos, Kovacic y Vallejo.
Muchas bajas, algunas redundantes (Marcelo y Theo dejan la banda izquierda desnuda, Kroos y Kovacic, cojo el centro del campo), que han llevado a Zidane a tener que completar la convocatoria con dos canteranos, Tejero y Achraf.
Lo que tranquiliza en cierto modo a los blancos es que el Alavés está peor, mucho peor que ellos. Cero puntos, cinco derrotas y, lo más preocupante de todo, sin goles a favor en ninguno de los cinco partidos.
Sin embargo, esa mala situación del rival es un arma de doble filo, y el Madrid, necesitado de un triunfo balsámico, podría caer en la confianza y la autocomplacencia, lo que derivaría en la misma ansiedad que ante el Betis si el gol se resiste. Y ya vimos lo que pasa cuando el Madrid se pone nervioso, que la maquinaria chirría.
¿Qué Madrid saltará a Mendizorroza, el eficiente equipo al que le sale todo o el errático y fallón que se ve más veces de lo que la parroquia blanca desea esta temporada?