El Sassuolo asaltó la cancha del Chievo, que sigue siendo colista de Serie A por muchos factores. Entre ellos, su horripilante fortuna. Algo que se comprobó en el segundo y definitivo tanto del Sassuolo.
En la primera mitad, Di Francesco adelantó al cuadro visitante. El Chievo, lejos de atemorizarse por el marcador, trató con todas sus armas de arrancar al menos un punto para cambiar la dinámica.
Sin embargo, lo que se encontró fue un gol en propia puerta que definió perfectamente lo que está siendo su temporada. Un tanto desafortunado y, posiblemente, el más surrealista del año.
Berardi fusiló a Sorrentino desde prácticamente el área pequeña y el balón golpeó en el rostro del guardameta. El rechace cayó para Giaccherini, quien buscó ceder rápidamente con el pecho para su portero. El problema llegó cuando Sorrentino, que quedó aturdido, no pudo levantarse del terreno de juego y vio como el esférico entró manso en su arco.