En una entrevista con 'L'Équipe', Gignac reconoció haber negociado con Boca. "Me llamaron de Boca. Nunca en mi vida podría haberme imaginado que el club de Maradona y Riquelme se contactaría conmigo. Estamos hablando de clubes míticos", explicó el francés.
Pero recaló en Tigres, y en Monterrey Gignac parece haber encontrado su sitio en el mundo, con permiso de Marsella. "Realmente tengo todo para ser feliz en Monterrey", afirmó.
Gignac se ha convertido por méritos propios en un ídolo de la afición universitaria. Sus cien goles en 174 partidos con la zamarra del 'felino' lo respaldan. Y la prueba es que ya es mexicano a todos los efectos.