Nicolás Ibáñez fue el gran protagonista de la primera parte. Firmó dos goles y una actuación que bien deberían haber valido tres puntos para su equipo. Pero la relajación permitió a Arsenal entrar en el partido.
Los de Sergio Rondina fueron capaces de cambiar el 'chip' en la segunda parte gracias más al amor propio que a su propio fútbol. Un golazo de Martín Giménez, con un fortísimo disparo desde la frontal, empató el encuentro ya en el tiempo de prolongación.
Gimnasia se queda décimo en la clasificación con siete puntos, mientras que Arsenal suma únicamente dos.