Tras el breve e infructífero paso de Manduzkic por el Milan, el conjunto 'rossonero' se hace con otro ariete para preparar su vuelta a la Champions League. A sus 34 años, Olivier Giroud se atreve con el reto de la Serie A después de diez temporadas en Inglaterra.
A la Premier League llegó en 2012, en pleno momento de madurez, después de ganar la Ligue 1 con el Montpellier. Se despide como un auténtico profesional pese a sus dos últimos años de ostracismo aparente en el Chelsea. No tuvo los minutos deseados, pero en el campo respondió siempre.
De hecho, según los datos de BeSoccer Pro, la 2020-21 fue la mejor temporada de Olivier Giroud en goles por 90 minutos con un promedio de 0.82. Hizo 11 tantos en 1.200' repartidos en 31 encuentros, de los que solo 12 fueron como titular.
Entre estos 11 goles, seis fueron en Champions League, donde solo necesitó una media de 42.3' sobre el césped para marcar. El mejor de todos y con diferencia, por encima de Youssef En-Nesyri (64.1'), Marcus Rashford (69.3') y hasta el Bota de Oro del torneo Erling Haaland (70.5').
En Londres se acostumbró a ver los toros desde la barrera. Escasamente fue titular en 60 de sus 119 partidos, el 50.4%, y acabó anotando 39 dianas en 32 encuentros diferentes de los que el Chelsea solo perdió tres, empató otros tres y ganó los 26 restantes. En ellos, por cierto, solo completó los 90 minutos ocho veces.
Lo curioso es que pese a los altibajos de minutos, Giroud nunca bajó de los 10 goles en una temporada. No lo hizo en su momento álgido y tampoco cuando estuvo por debajo de los 2.000', relegado al banquillo. La 2016-17, su penúltima campaña en el Arsenal, fue la segunda mejor de su carrera en goles por 90 minutos con un registro de 0.79 habiendo jugado 1.804'. Y la 2019-20, en la que también se quejó amargamente por su falta de oportunidades, fue la cuarta con 0.63.
Olivier Giroud aparenta ser lo que necesita el Milan. Un delantero de área, pero generoso y beneficioso para el juego colectivo. Francia ganó el Mundial de 2018 con el de Chambery en punta sin meter un solo gol. Pero después, cuando las cosas se han puesto feas por Stamford Bridge, siempre ha resuelto ante la portería. Un porcentaje alto de la eliminación del Atlético en esta Champions pasó por sus botas.
"Todos me recuerdan que no marqué ningún gol en el Mundial, pero soy el segundo máximo goleador de la historia de Francia. Siempre podré decir que fui el '9' campeón del mundo. Al final siempre he callado bocas", decía a colación de esto en una reciente entrevista en la revista 'Panenka'. En un reto exigente como el del Milan, en un fútbol distinto y en su regreso a la Champions, el francés quiere seguir confirmándose como uno de los jugadores más fiables del continente.