"Mis padres vienen a verme a todos lados. La verdad es que me cuesta recordar algún partido en el que no hayan estado. Lógicamente, que estén supone una gran alegría para mí y además me da cierta seguridad", aseguró la alemana.
Iucen Florian y Gabi suelen acudir a las citas portando todo tipo de camsietas, bufandas o pinturas para apoyar al equipo de su hija. Debido a su temprana edad, el sentirse arropada por los suyos le hace suavizar tantos viajes y concentraciones.
Y Jordania, como no podía ser de otra manera, no está siendo una excepción. Con un billete de vuelta con fecha aún sin designar, la familia Gwimm continúa pendiente de la marcha de Alemania, seguna del grupo B con cuatro puntos. Parece que aún no regresarán a casa...