Juan Mata encarriló el pase, y Harry Wilson se lo complicó al United. Suyo fue el empate a uno, una deliciosa falta directa desde su casa que superó sin problemas la barrera de tres que puso un Sergio Romero que apenas pudo hacer otra cosa que mirar cómo el balón se colaba por su escuadra.
Pero su aportación al partido fue algo más que un trallazo imparable. Un balón largo para él terminó con el arquero argentino del Manchester United de forma prematura en las duchas.
Salió Romero a cortar el balón y se precipitó, golpeándolo con la mano cuando trataba de tapar el hueco, y se llevó la consiguiente tarjeta roja directa, dejando a los 'red devils' con 10 jugadores. Y obligando a Mourinho a sentar a Mata para dar entrada al veteranísimo Lee Grant.
25 de septiembre de 2018
Todo ello, en siete minutos, los que transcurrieron entre el gol del empate (en el 60') y la roja a Romero (en el 67').