Jan Lastuvka fue el protagonista de la jornada con el Dnipro. El guardameta golpeó el balón con todas sus fuerzas y el árbitro tuvo que anular su espectacular acierto.
El cuero sobrevoló la cabeza de todos los futbolistas, botó delante del portero y no llegó a su despeje. La decisión del árbitro fue legal, puesto que se trataba de un libre indirecto.