El Bayern de Múnich olvidó el mal trago del 1-2 ante el Real Madrid y se impuso sin nada en juego a un Eintracht de Frankfurt dirigido por el que será el próximo técnico del conjunto bávaro.
El choque, que acabó 4-1, estuvo mucho más igualado de lo que se podría pensar por el marcador final y los visitantes, que serán el rival en la final de Copa del Bayern, plantaron bastante cara.
Con un once en el que había hasta cuatro jugadores del filial bávaro -Lukas Mai, Dorsch, Shabani y Evina-, el Bayern demostró que está totalmente centrado en el choque de vuelta de la Champions y, aunque llevó la voz de mando en el choque, no fue el de las grandes ocasiones.
Un tanto de Dorsch a portería vacía, asistido por Wagner, fue el único que los de Heynckes se llevaron a la boca en la primera mitad y el propio Wagner parecía sentenciarlo con una buena acción individual en el minuto 77. Sin embargo, Haller aprovechó un despiste para hacer el 2-1 en el minuto siguiente y dejarlo todo abierto para el final.
Pese a lo ajustado del marcador, el Bayern no se puso nervioso y en los últimos cinco minutos selló la goleada con tantos de Rafinha y Süle, el central que sustituyó a Boateng ante el Real Madrid.
Mientras que el Bayern no se jugaba demasiado, el Eintracht sí que vio cómo Europa se aleja con esta derrota en el Allianz.