'Las notas se dan a final de curso', debe pensar un Neymar que mostró su pose más conciliadora pidiendo perdón a unos compañeros que desconfían del verdadero arrepentimiento del brasileño.
De este modo, aunque las aguas parecen algo más calmadas que al inicio de la semana, el estado de alerta se ha instalado en París y todos los ojos apuntan al partido del sábado en Montpellier.
Analizando los acontecimientos con perspectiva, a pesar de la disculpa, no habría que olvidar que Neymar no ha recibido ningún tipo de reprimenda por parte del PSG con Al-Khelaifi a la cabeza, y que fue el mismo jugador el que marcó los tempos para decidir cómo y cuándo se dirigiría al vestuario.
En este sentido, aunque pidiera perdón por lo sucedido, da la sensación de que Neymar prefirió dar por perdida una batalla, sabedor de que ha ganado la gran guerra.