No fue el hachazo definitivo, pero sí el más simbólico, el que pone el 'Scudetto' a tiro de la Juventus. El equipo de Sarri, en el encuentro más complicado que le daba en este 'rush' final del campeonato, dio un golpe sobre la mesa. También lo hizo Cristiano Ronaldo, cuyo doblete, además de los puntos, supuso su zarpazo a la primera posición de la tabla de máximos goleadores.
Fue el delantero portugués el elemento diferencial del choque. Sus goles acudieron al rescate en la segunda mitad tras un primer acto en el que la Juventus no fue capaz de batir a Strakosha.
En solo tres minutos, Cristiano trajo la luz. Primero, con un penalti algo discutible por manos de Bastos que el VAR tuvo que mirar si ocurrieron dentro o fuera del área. Lo que fue indudable fue su capacidad para resolver en momentos de presión y desde los once metros.
Insaciable, el luso festejó el segundo en el minuto 54. Aunque mucho le debe a Dybala, quien se lo regaló a puerta vacía tras un gran contragolpe que les dejó a ambos contra el portero de la Lazio.
La felicidad era total en Turín, con ocho puntos de ventaja sobre el Atalanta con 12 por jugarse y Cristiano en la tabla de 'capocannoniere' en solitario, tras consumar su remontada ante un Immobile de capa caída.
De la Lazio, nada que ver con ese equipo que rozaba la perfección antes de la pandemia, no se esperaba reacción alguna. Sin embargo, a ocho para el final llegó otra pena máxima, esta de Bonucci, bastante ingenua, para irritación de CR7.
Porque ello permitió a Immbobile hacer el 2-1. No peligró el resultado, que fue capaz de manter la Juve, pero sí devolvió la igualdad en la tabla de anotadores. Además, con un empate total: 30 tantos y 12 de ellos de penalti para ambos.