Con la primera plaza prácticamente asegurada por el Arminia Bielefeld, Stuttgart y Hamburgo parecen destinados a pelear, con permiso del Heidenheim y quizá del Darmstadt 98, por la segunda, la última que dará acceso directo a la Bundesliga. Y tras este encuentro, el Stuttgart tiene ventaja.
Ha sido un partidazo propio de la Bundesliga. Por nombres, por intensidad, por el resultado. Visitaba el Hamburgo el Mercedes Benz-Arena de Stuttgart, y se volvió al norte con una cruel derrota en el recuerdo.
Porque no ha podido ser más cruel el fútbol con el histórico Hamburgo. Pohjanpalo adelantó a los visitantes en el 16', y Hunt duplicó la ventaja justo antes del descanso, al convertir un penalti de Badstuber.
Pero 45 minutos dan para mucho, y el Stuttgart se las ingenió para darle la vuelta al partido. En el 48', nada más volver de los vestuarios, Endo recortó distancias, y el nerviosismo se apoderó del Hamburgo.
El argentino Nico González igualó, también de penalti, el encuentro en el 61', y determinó que la media hora que restaba por jugarse fuese de vértigo. Y así fue.
Pero cuando parecía que este vibrante encuentro terminaría con reparto de puntos, apareció Gonzalo Castro, entrado al partido en el 82', para anotar diez más tarde, en el segundo minuto de un alargue de tres, el gol de la victoria.
Hunt perdió un balón peligrosísimo y propició la contra de Nico González. Y este, tras correr hasta la línea de fondo, dio el pase de la muerte para que Gonzalo Castro llevase la alegría a todos los hogares de Stuttgart.
Y lo celebró como merecía, porque su gol fue más que un gol. Fue el gol de la victoria, y el que colocó al equipo suavo en segunda posición, a cinco engañosos puntos de un Arminia cuyo partido de esta 'jornada inglesa' ante el Dynamo de Dresde fue aplazado al 15 de junio.
Aventaja de este modo el Stuttgart en dos puntos al Hamburgo, tercero con 46, que vuelve a verse asediado por el Heidenheim, cuarto con 45, y el Darmstad 98, quinto con 42.