El conjunto rosarino caía por 1-3 en el marcador y el encuentro ya estaba encarando el pitido final, pero Hurtado decidió firmar uno de los regates del año frente a Callegari, que parece que no se lo tomó muy bien.
El futbolista de Gimnasia elevó el balón por encima de su marcador, pero este usó sus manos para no dejarle pasar, dejando una rara estampa en una especie de abrazo involuntario.
Una de esas acciones que desconcertó a ambas aficiones. Hurtado y Callegari fueron los protagonistas más allá de lo que reflejaba el electrónico.
21 de abril de 2019