Granero agregó que espera que el equipo haya iniciado una línea de crecimiento tras un partido que puede servirles de punto de inflexión.
"Queremos que así sea mientras buscamos el sistema y la alineación, lo que unido al partido pendiente (frente al Lleida), puede permitirnos entra en una dinámica más tranquila", continuó el técnico levantinista.
Granero reconoció que la confección de la plantilla en los últimos días del mercado ha lastrado al equipo en las primeras jornadas.
"Es un reto para chavales que no superan los 23 años. La Segunda B es una categoría muy dura, perra, complicada. El equipo se ha hecho a última hora y estamos en una pretemporada dentro de la temporada", concluyó.