Fue el momento que quizá haya cambiado el futuro de Antoine Griezmann por completo. El francés habría decidido quedarse, tras ganar la Europa League en Lyon, pero el haber sido abucheado de ese modo es posible que le haya hecho cambiar de opinión.
Saltó al campo a la hora de partido, y cuando desde la megafonía le nombraron, parte del Wanda empezó a abuchearle. A él, el futbolista que contribuyó decisivamente al triunfo contra el Marsella sólo unos días antes con dos goles. A él, a quien poco después imploraron en Neptuno que se quedase.
Griezmann no fue ajeno a esos silbidos y abucheos, pero no cesaron, y se hartó. Miró al banquillo y pidió el cambio, dice el diario 'AS', pero éste no se realizó. Simeone ya los había agotado tras dar entrada a Giménez en lugar de Vitolo, por la expulsión de Lucas.
El delantero francés terminó el partido a disgusto, e incluso se dice que rompió a llorar, pero no por la emoción de la despedida a Torres, sino porque hasta en ese momento de celebración los ataques contra él persistían por parte de la grada.
No cesaron hasta que Godín fue a hablar con el Frente Atlético, y sus cánticos acallaron los silbidos. Griezmann habría pasado en unos minutos de estar convencido de seguir a estar decidido a marcharse, harto de una afición (o de parte de ella) egoístamente ingrata.
20 de mayo de 2018