Corría el minuto 26 de encuentro. Betis y Espanyol empataban a cero en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey y Diego Lainez cogió un balón y se internó en el área.
El mexicano se la echó en largo y Javi López, muy rápido y atento, le rebañó el balón con una fuerte entrada que hizo que el jugador del Betis se revolcara por el suelo.
Tras ello, Víctor Sánchez fue a recriminarle esa caída y apareció en escena Andrés Guardado, quien defendió con uñas y dientes a su compatriota.
La bronca no llegó a más por la intervención del árbitro y de los propios compañeros. Finalmente, el Betis se clasificó para las semifinales coperas, donde se verá las caras con el Valencia.