El premio tiene como objetivo reconocer a un jugador que haya actuado como modelo a seguir en la promoción de la diversidad, la inclusión y la accesibilidad en el fútbol europeo y se entregará en el sorteo y la gala de la fase de grupos de la UEFA Champions League en Mónaco el 30 de agosto.
Kashia ganó el premio por su valiente posición pública por la igualdad. Mientras jugaba en el SBV Vitesse de la máxima división holandesa la pasada temporada, el defensa central de 31 años se unió a otros capitanes de equipo en partidos nacionales en Holanda con un brazalete arcoíris, apoyando de esa forma a la comunidad LGBT.
El gesto de Kashia fue recibido con una respuesta negativa y hostil en ciertas zonas de su nativa Georgia, recuerda la UEFA. "Incluso hubo llamadas para que renunciara a jugar en la selección nacional. Sin embargo, fue desafiante frente a los abusos y las amenazas que recibió, insistiendo en que no se arrepiente de llevar el brazalete y subrayando su total apoyo a la diversidad y la inclusión".