Parece increíble por la escasa edad del jugador, pero Erling Haaland ha vivido mucho en su corta pero intensa carrera profesional. El noruego tardó en encajar en el Molde y uno de sus compañeros allí, Ruben Gabrielsen, recordó que ni tan siquiera era buen jugador cuando llegó.
"Cuando llegó al Molde era un crío y no era especialmente bueno, a decir verdad", comenzó Gabrielsen en una entrevista con 'La Gazzetta dello Sport'.
El defensa del Toulouse, compatriota de Haaland, explicó que todo cambió después de una lesión del atacante: "Tuvo una lesión y, cuando regresó, lo hizo muy fuerte. Aprendió que cuando llegan tiempos difíciles tenemos que trabajar más duro y tuvo su recompensa".
Las dudas eran tan grandes en relación al futbolista que Gabrielsen aseguró que no querían jugar con él de delantero. Entonces, en media hora ante el Brann, el delantero hizo cuatro goles y les calló la boca.
"Jugábamos ante el Brann y esa semana no había metido ni un gol durante los entrenamientos. Nosotros nos reíamos de él, pero el entrenador decidió ponerle de titular. Estábamos seguros de que no podíamos jugar con él de delantero y, después de unos minutos, ya había marcado cuatro goles", rememoró el jugador del equipo galo.
El 1 de julio, el atacante apenas tardó 17 minutos, los que van del 4' al 21', en hacer los cuatro tantos. Curiosamente, no era la primera vez que lograba algo así, pues ya había firmado cuatro dianas con Noruega Sub 19 ante Escocia Sub 19 un par de meses atrás en un histórico 4-5 para los escandinavos.