El madridismo tiene un nudo en la garganta y el corazón después de conocer el fallecimiento de Agustín Herrerín, el que fuera su delegado durante más de 18 temporadas. Homenajeado el pasado octubre, Herrerín perdió la vida a los 86 años este jueves. Desde Casillas a Marcelo, pasando por Ramos o Arbeloa, honraron la figura de un hombre muy querido.
No es para menos, más de 50 años vinculado al club de su vida dieron para mucho. Conoció lo mejor y lo peor de las grandes noches europeas, disfrutó cuando tocó ganar y fue sensato en la derrota. En el recuerdo, dos momentos de los muchos que son ya imborrables. Uno de ellos, el de la portería que los Ultras Sur echaron abajo en una semifinal de Copa de Europa en 1998.
Real Madrid y Borussia Dortmund medían fuerzas en el Bernabéu, pero, antes de que comenzara el encuentro, una de las porterías fue derribada. El Madrid se exponía a una enorme sanción, incluso a la descalificación, pero a Herrerín se le encendió una chispa. "Me subí a un camión para buscar una portería, tardamos una hora en traer una portátil desde la Ciudad Deportiva", contó en 'Marca' años después.
Desde aquel día, siempre hay tres porterías de repuesto en el Bernabéu. Curiosamente, aquella temporada terminó con la victoria continental del Real Madrid, que alzó al cielo de Ámsterdam la tan añorada 'Séptima'. Con Herrerín en el club, el Madrid ganó hasta seis Champions más. El ex delegado, siempre junto a los jugadores, emocionado en cada victoria.
Tan querido era por el vestuario que incluso Cristiano Ronaldo le prestó su segundo Balón de Oro, que levantó en el Bernabéu en 2014. Cuando el luso iba a ser fotografiado junto a sus compañeros, llamó a Herrerín, que no se lo creía. Se puso en el centro, tomó el Balón de Oro y disfrutó de un momento inolvidable. Una prueba de cuánto le quería el madridismo.
18 de abril de 2019