La primera derrota del Deportivo de la Coruña tras la reanudación de las competiciones llegó en el peor momento posible. No solo se quedó con el contador a cero, sino que el Málaga, rival directo en la lucha por lograr la permanencia en Segunda División, sumó los tres. El conjunto andaluz, sin demasiados aspaviendos, ganó calma y tranquilidad de cara a las últimas tres jornadas.
Después de unos primeros minutos equilibrados, de tanteo, los de Sergio Pellicer buscaron hacer los deberes pronto. Tete Morente buscó con ahínco las cosquillas de sus rivales, incluso más de la cuenta en alguna ocasión, ya que pecó de individualista en un par de acercamientos.
El Deportivo fue ganando terreno con el paso del tiempo y pudo adelantarse en el electrónico con una volea de Gaku Shibasaki que se fue desviada. Antes la tuvo Adrián González para los locales, pero los protagonistas tomaron el camino hacia los vestuarios con tablas en el marcador.
Tras la reanudación, Sergio Pellicer efectuó un triple cambio que le cambió la cara del equipo. En ese momento, con la victoria del Oviedo ante Las Palmas, el Málaga se encontraba a un paso de la zona de descenso y los futbolistas de La Rosaleda decidieron revertir la situación.
Tras un aviso de Lombán a la salida de un saque de esquina, Juanpie le dio salida al balón desde el centro del campo para que Hicham se plantase ante Dani Giménez y definiera a la perfección. El marroquí firmó, posiblemente, el gol más importante del Málaga en la presente temporada.
Los de Fernando Vázquez, que vio el partido desde la grada debido a su expulsión en la anterior jornada, no reaccionaron. Ni siquiera el cansancio, que suele provocar la aparición de espacios atrás, propició una mejoría en el ataque del Dépor. Fue el Málaga el que pudo ampliar la renta en los últimos minutos, pero terminó entregando las armas y celebrando un triunfo que le vale media permanencia en LaLiga SmartBank.