Sarri hizo los tres cambios y ya no pudo hacer nada por Higuaín, que fue, precisamente, el que completó todas las opciones del club italiano en el banquillo. Se fue Dybala y el argentino recibió un fuerte golpe.
Al intentar rematar un balón, el delantero se llevó la peor parte en un salto y se quedó tendido sobre el terreno de juego hasta ser atendido. Higuaín comenzó a sangrar por la nariz y salió del campo para volver a entrar cuando se le cortó la hemorragia.
Sin embargo, cinco minutos después volvió a sangrar e Higuaín decidió volver a echarse sobre el césped, por lo que el juego quedó parado durante unos minutos.
Finalmente, el delantero jugó muy poco tiempo con un buen estado físico en la victoria de la Juventus sobre el Hellas Verona por 2-1.