El Chelsea, en su condición de campeón juvenil de Inglaterra, juega la Youth League. Pero al no haberse clasificado el equipo de los mayores para la Champions, ha de jugar una suerte de competición paralela a la fase de grupos que sí disputan los juveniles de Tottenham o Liverpool, por ejemplo.
Los 'blues' juegan la denominada 'ruta de los campeones', eliminatorias directas a doble partido hasta juntarse en el 'play off' con los segundos clasificados de la fase de grupos. De sobrevivir a estas tres eliminatorias, alcanzarán los octavos de final, donde se medirán a los campeones de grupo de la 'ruta Champions'.
Y no ha empezado nada mal el Chelsea su participación en una competición que ha ganado en dos ocasiones (se proclamó campeón en 2015, y revalidó el título en 2016).
El sorteo emparejó a los 'blues' con el Molde noruego, y sólo con el partido de ida el Chelsea ha sentenciado la eliminatoria, porque resulta muy difícil de creer que su rival vaya a levantar un 10-1 en la vuelta.
Sí, el Molde debería marcarle 'sólo' nueve goles al Chelsea. Pero no nos engañemos, sería una gesta aún más histórica que este abultadísimo resultado.
Charlie Brown abrió el marcador,a los 14 minutos de partido. El Molde había aguantado bien por el momento, pero se vino abajo cuando Thor Olav Moe se anotó el segundo de los londinenses en su propia portería en el minuto 23.
Gilmour hizo el tercero dos minutos más tarde, Redan el cuarto en el 26', y de nuevo estos dos volvieron a ver puerta otra vez antse del descanso. Brown hizo el séptimo en el 43'.
Con un 7-0 se fue el partido al descanso, y aunque el Chelsea levantó el pie en el segundo tiempo, los goles siguieron llegando. Redan, Gilmour y Mceachran recondearon la goleada. Anders Iversen marcó el gol de la honrilla en el minuto 72, y se firmó un alto el fuego que perduró hasta el pitido final.
La intrascendente, en principio, vuelta tendrá lugar el próximo 24 de octubre.