El Young Boys, por fin, ha logrado regresar a una final copera. Y lo ha hecho nada menos que ante el FC Basilea, el vigente campeón. Guillaume Hoarau, que acumula una racha soberbia, llevó en volandas a los berneses hacia la última ronda.
Y es que el delantero francés marcó el primer gol del partido, que hirió moralmente a un Basilea que no lograba dar miedo a los de Adolf Hütter. El ariete marcó un punto de inflexión en el partido, concretamente en el décimo minuto del segundo tiempo.
Si la nave azulgrana ya estaba tocada con el gol de Hoarau, se hundió nueve minutos más tarde. Autogol de Marek Suchý que acabó con las esperanzas del vigente campeón. El 'YB' resistió fácilmente y se coló en la gran final.
Una final que no pisaba desde 2009, cuando perdió contra el Sion, que ha ganado 13 de las 14 finales que ha jugado. El último título de los berneses, el sexto en su historia, llegó hace la friolera de 31 años. Podrán levantar el séptimo ante Zurich o Grasshopper.
El Young Boys ya piensa en su compromiso liguero del próximo domingo en casa del Lugano, con el objetivo de mantener la ventaja sobre un Basilea que se medirá al Zurich en Sankt Jakob Park.