Toda la tensión que había, en un lado por seguir escalando posiciones, en otro por fortificar el liderato, quedó reflejada en forma de problemas físicos. Eso, o alguien echó una maldición a los presentes. No se recuerda algo igual.
Sobre todo, por parte de los 'red devils'. De manera insólita, Ole Gunnar Solskjaer tuvo que hacer sus tres sustitudiones en la primera mitad. Ander Herrera apenas duró 20 minutos, tras sufrir problemas musculares, algo que obligó a la entrada temprana de Pereira.
Por si fuera poco, solo cuatro después otro español, Juan Mata, sufrió la misma dolencia. El técnico noruego no se lo creía, pero tuvo que echar mano de Lingard, quien tampoco llegaba muy fino al encuentro.
Para más inri, antes incluso de los cambios Rashford había hecho algún gesto al banquillo de que no se encontraba en perfectas condiciones, por lo que la sombra de una nueva sustitución planeaba ahí.
En estas, el Liverpool no se libró de mandar un integrante a la enfermería. Firmino, en un pase fácil a Salah, se dobló el tobillo derecho. Tras probarse unos minutos, no pudo aguantar, así que Klopp tuvo que tirar de Sturridge.
Solo habían pasado 31 minutos. Cuando no se podía esperar más gafe, cayó el tercer jugador del United. Nada más y nada menos que Lingard, quien solo duró 18 minutos. Alexis entró al campo y Solskjaer se sentó contrariado.
Cuando ambos deseaban que llegara el timpo de descanso, Robertson chocó con Lukaku en un balón aéreo y tuvo que ser atendido. Y con el asterisco de si iba a poder continuar en la segunda mitad.
Se esperaba de todo en el choque, pero no eso precisamente...