Según informó 'Cope', Gil Marín tuvo que desplazarse hasta Alemania para frenar el intento de fuga de Griezmann, que había recibido la llamada del Barça tras la venta de Neymar.
El Barcelona estaba dispuesto a pagar los 200 millones de su cláusula con el dinero del brasileño e hizo dudar al francés, que ya descartó marcharse al United a principios de verano por la situación en la que se encuentra el cuadro rojiblanco.
El dirigente del Atlético no tenía previsto acudir con el equipo a la Audi Cup, pero cogió un avión de urgencia para intentar convencer a Griezmann ante la inminente amenaza del Barcelona.
Se produjo una reunión en el hotel de concentración del Atlético y todos acordaron la continuidad de Griezmann, que acabó por dar calabazas al Barcelona.
Los azulgrana intentaron contrarrestar del tirón la fuga de Neymar, pero el viaje de Gil Marín evitó que lo consiguiera, permitiendo al Atlético retener a su estrella en un verano en el que no pueden fichar tras la sanción de la FIFA.