El sueco demostró que sigue estando en la élite y que le queda mucho que decir en el campo. Una definición perfecta que acabó en la red del Guingamp.
Zlatan Ibrahimovic estaba siendo criticado al no haber marcado en los cuatro primeros partidos de la temporada. Pero el astro sueco volvió a dejas muestras de su enorme clase en el primer gol ante el Guingamp, en el que definió como un maestro.