"Él es el rey de los taconazos, pero yo soy el Dios", confirmó Ibra a la conclusión del choque según apuntan varios medios, entr los que se hace eco 'As'.
Ni tan siquiera el hecho de que fuera él mismo el que diera la asistencia le hizo al sueco gozar con el remate de su compañero. Ya fuera entre risas o no, Ibrahimovic volvió a dejar ver su increíble autoconfianza con unas declaraciones sorprendentes.