Curiosísimo caso el que ocurrió en Uruguay. El Fénix, equipo de la primera división del país charrúa, llegaba al estadio 'Parque Central', ya que tenía que enfrentarse al Nacional de Montevideo, pero el comienzo del partido se retrasó tras la detención del técnico del equipo, Rosario Martínez.
Antes de entrar a los vestuarios, hubo un enfrentamiento entre el técnico y miembros de la policía, que detuvieron al entrenador. Incluso, algunas fuentes afirman que hubo golpes entre los jugadores del conjunto uruguayo y los efectivos policiales, que provocó que el plantel volviese al autobús.
Los jugadores se negaron a jugar el partido hasta que su técnico fuese liberado, algo que pasó tras un tiempo de negociación. Parece que la causa fue la petición del Fénix de hacer 50 metros en dirección prohibida para ahorrarse una vuelta al estadio, algo a lo que se negó la policía y que inició el conflicto.