Andrés Iniesta volvió a demostrar la magia que desprenden sus botas. El de Fuentealbilla recibió el esférico de Jordi Alba y sorprendió a todos con un exquisito pase.
Su visión de juego le llevó a poner en largo el balón a Rodri. La jugada estaba en la cabeza de Iniesta... y la hizo realidad.
Puso el balón exactamente donde quería, en el área de Alemania. Allí entraba Rodrigo con todo.
El delantero le pegó con la zurda. Ter Stegen poco pudo hacer... más allá de recoger el balón de la red.
23 de marzo de 2018