Iniesta está lejos de su país natal, pero sigue dando clase a la japonesa. Esta fue una de sus semanas más impresionantes como jugador del Vissel Kobe. Dio tres asistencias y metió dos goles en cuestión de siete días, o lo que es lo mismo, en tres encuentros.
Su primera gran actuación fue frente al Sagan Tosu, pero fue ante el Consadole Sapporo cuando confirmó sus buenas sensaciones con una asistencia en la goleada de los suyos por 4-0. En la cita con el Nagoya, se coronó haciendo el único tanto del choque.
Y este fue de lo más bonito. Recibió la pelota de hacer una pared en la frontal rival y la voleó al palo largo, donde era inalcanzable para el guardameta. Poco pudo hacer este ante tal precisión, y menos con el bote que dio el esférico justo antes de que entrara.
Esta buena racha de Iniesta le viene de perlas al Vissel Kobe. Atrás queda el mal momento que protagonizaron a principios de septiembre, cuando cayeron por 0-6 ante un rival directo por el campeonato. Lo que está claro es que, si Andrés está bien, su equipo está bien.