Corría el minuto 59 cuando el guardameta del Villarreal realizó la gran parada del partido. Si antes había salvado un disparo de Charles y otro de Orellana, esta vez voló para convertirse en el rey del cuadro amarillo.
Ramis cabeceó en el segundo palo un centro medido de Cote. El zaguero, que se había incorporado al ataque, buscó el palo más lejano picándola. Ahí aparecieron los guantes de Asenjo para enviar el balón a córner.
Pese a la igualdad vigente en el partido, que acabó 0-0 con protagonismo absoluto de los arqueros, Ipurua supo reconocer el buen papel del cancerbero del Villarreal aplaudiendo la acción.