En el último partido del año en casa 'armera', fue el conjunto local el que comenzó comandando el choque. Es consabido que el Eibar se crece bajo el amparo de su afición y que sus primeros minutos suelen ser de una intensidad alta.
Aguantó el chaparrón el Valencia, que vio cómo Neto tuvo que intervenir en los primeros compases del partido a tiro de Charles. Tiene un seguro el cuadro de Marcelino en su portería, pero adolece todavía de falta de pegada.
Poco a poco, el cuadro valencianista se fue haciendo con el control del partido. El Eibar acortó una marcha y los 'ches' empezaron a rondar el área de Riesgo. Primero Cheryshev y después un Rodrigo que se volvía a encontrar con el gol más de tres meses después.
El delantero del Valencia no marcaba desde la victoria por 6-0 de España a Croacia el 11 de septiembre. Más tiempo hacía con la camiseta del Valencia, llegando hasta el 20 de agosto en la primera jornada de Liga ante el Atlético. El ariete aprovechó un gran centro de Wass que rondó todo el área chica y acabó empujándola en el segundo palo.
Paradójicamente, con el gol llegaron los problemas para el Valencia. Gabriel Paulista, que llegó entre algodones al choque, tuvo que abandonar el mismo. Seis minutos después, era Coquelin el que se tiraba al suelo, con una lesión que preocupa en la Ciudad del Turia, siendo sustituido por Piccini.
El Eibar, con el marcador en contra, volvió a arremeter contra el área de Neto. Reviven los 'armeros' cada vez que pasan por vestuarios tras las charlas de Mendilibar, como si de la poción mágica de Space Jam se tratase.
Apenas habían pasado diez minutos de la reanudación cuando apareció, por primera vez, el VAR en el choque. El colegiado no vio una mano de Gayà en el área que el videoarbitraje se encargaría de arreglar. Charles, desde los once metros, no fallaría a su cita con el gol.
El empate avivó a un Valencia necesitado de puntos. En plena lucha por puestos europeos, el cuadro 'che' es la excepción junto al Villarreal. No terminan de dar con la tecla los pupilos de Marcelino para salir de los últimos puestos, estando igual de cerca del descenso que de Europa.
Con el paso de los minutos, el ritmo decayó y los miedos a una posible derrota aparecieron. Se atenazaron las piernas, comenzaron los problemas físicos y las ocasiones dejaron de llegar. Un pequeño oasis en forma de falta lanzada por Cote supuso un momento de infarto para el cuadro 'che', que vio posteriormente cómo el balón del lateral se estrellaba en la madera.
Finalmente, reparto de puntos en el que fue el último partido de Ipurua en este 2018. Ni Eibar ni Valencia se dan totalmente por satisfechos después de conseguir un empate que les deja en la misma posición de cara a sus objetivos.