La Irán de Queiroz es eficaz. Solvente. Sobria. Espartana. Le vale con ganar los partidos por la mínima, al más puro estilo Simeone. Y como al Atleti, hacerle un gol es una verdadera odisea.
En su décimo y último amistoso antes de la cita mundialista, Irán ha vuelto a ganar. Como casi siempre, por la mínima. En esta ocasión, gracias a un postrero gol de Karim Ansarifard en el minuto 88 de partido, que dejó a la selección de Lituania helada.
Irán ha gando, con éste, siete de sus diez partidos amistosos previos al Mundial. Ha empatado otro, contra el anfitrión, Rusia, y ha perdido dos, contra Túnez y Turquía, ambos por un único gol (1-0 y 2-1).