Será un día histórico para Irán. Nunca en su historia se ha enfrentado a una campeona del mundo siendo líder de su grupo. Y una increíble masa de seguidores alentará desde las gradas a la selección que dirige Carlos Queiroz.
El Kazán Arena lucirá los colores del combiando asiático gracias a los 15.000 aficionados iraníes. A pesar de todo, habrá menos seguidores que en el partido ante Marruecos, donde se congregaron unos 20.000. Aunque el motivo no es otro que por la menor capacidad del estadio.
Y es que la Federación Española sólo ha vendido para el encuentro 1.000 entradas a pesar de la importancia de un duelo trascendental para los de Fernando Hierro.
Los hinchas de 'la Roja' apostaron por asistir al partido ante Portugal, donde 2.500 aficionados apoyaron a España en su debut en el Mundial. Aunque donde se la juega no es en la grada, es sobre el terreno de juego.