El Rayo Majadahonda no se puede confiar, su colchón respecto a los puestos de descenso es solo de cuatro puntos. No obstante, por presupuesto, cualquiera diría que marcha en una posición bastante cómoda. Y a ello se refirió su entrenador antes de recibir al Málaga.
"No tenemos complejos, pero sí sabemos quiénes somos y de donde venimos", comentó el técnico, que puso un ejemplo muy gráfico de cómo es el día a día del equipo majariego respecto al presupuesto malaguista.
"El domingo por la tarde se olvida casi todo. Nos acabamos de vestir en un almacén, en el campo donde juegan los niños que no es para un equipo profesional. De cara al partido, los jugadores se olvidan de estos inconvenientes que nuestro equipo tiene permanentemente. No somos un equipo que luche con las mismas armas contra los rivales, pero sí que le sacamos un gen distinto que nos está haciendo que compitamos bien", relató.
Y definió de manera muy gráfica lo que supone para ellos jugar contra un rival histórico: "Es un motivo de satisfacción y una fiesta para nostros jugar contra equipos a los que hace cuatro años era impensable".