No las tenían todas consigo los locales ante un rival que estaba siendo una de las grandes sorpresas de la fase de clasificación hasta el momento. Azerbaiyán llegaba con siete puntos y unas sensaciones que asustaban a propios y extraños.
Sin embargo, Irlanda del Norte le tomó pronto el pulso al partido y en el primer tiempo ya ganaba por 2-0 gracias a los tantos de Lafferty y Mcauley, que llenaban de tranquilidad el vestuario al descanso.
Sin reacción por parte de los visitantes, los pupilos de O'Neill aprovecharon la ventaja para hacer sangre de su rival. A la hora de juego, Mclaughlin ponía el tercero en el marcador.
En la recta final del choque, Brunt se sumó a la fiesta norirlandesa con el cuarto y último gol de un choque que deja a los locales en la segunda plaza del grupo 3, eso sí, empatados a puntos con Azerbaiyán.