Alexander Isak fue víctima de cánticos racistas y el árbitro paró el partido, una imagen que dio la vuelta al mundo, con el joven delantero de 20 años indignado por la situación, mientras sus compañeros de Suecia le arropaban.
También lo hicieron los rivales de Rumanía, que no dudaron en mostrarle todo su apoyo al jugador de la Real Sociedad, hasta que el encuentro pudo continuar con total normalidad.
Por eso, en unas declaraciones concedidas al periódico 'Expressen', Isak comentó: "He recibido mucho apoyo y la gente me ha mostrado mucho respeto. Estoy increíblemente feliz".
"Las he recibido en casi todas las redes sociales, y también mensajes de texto y un poco de todas partes. Estoy absolutamente comprometido porque es un gran problema en la sociedad", sentenció Isak sobre los insultos racistas.