Romero abandonó el terreno de juego en camilla tras un golpe en la cara y una posterior mala caída en una acción con Cristóforo y Foulquier. Fue trasladado de inmediato a un hospital de la localidad madrileña, donde ha permanecido en observación durante la noche.
El hecho de haber perdido el conocimiento durante unos segundos hizo que los servicios médicos del Córdoba determinaran que lo adecuado era hospitalizarle pese a que el futbolista estaba ya orientado y consciente.
"El extremo evolucionó bien durante las horas que permaneció en el hospital y las pruebas complementarias fueron normales", indica el parte médico oficial del club blanquiverde, que añade que "la evolución de este contratiempo marcará su reingreso a la dinámica grupal".