Que marque es normal. Que sean golazos, también. Que lo haga con la cabeza, ya no tanto. Sin embargo, el cabezazo con el que abrió el marcador en el campo del Schalke 04 ya es el segundo en siete días que firma el 'cafetero'.
Sea casualidad esta miniracha o el principio de una nueva amenaza, lo cierto es que el colombiano consiguió un gran tanto para hacer el 0-1.
A saque de córner de Joshua Kimmich, James Rodríguez ganó la posición en el primer palo y allí marcó bien los tiempos para imprimir fuerza al remate y no dar ninguna posibilidad al guardameta Fährmann.
Justo una semana antes, otro cabezazo suyo a pase de Thiago ayudó al Bayern de Múnich a conseguir el triunfo ante el Bayer Leverkusen.