Incomprensible. Ese es el adjetivo que se le puede adjudicar a la 'obligación' impuesta a James por Pekerman y su cuerpo técnico en los últimos seis días, intentando de forma forzosa contar con una pieza que no está para jugar.
Y es que el Madrid ya certificó las molestias que tenía el futbolista y que le han impedido jugar ante Paraguay y Uruguay en la fase de clasificación para el Mundial de Rusia.
Sin embargo, desde el combinado 'cafetero' hicieron oídos sordos, e incluso afirmaron el viernes que James sería de la partida en el segundo encuentro ante el conjunto 'charrúa', aunque finalmente accedieron a no 'estirar el chicle'.
El atacante salió de Barajas con destino a Asunción, capital de Paraguay, para posteriormente viajar a Barranquilla. Al descartar por completo su participación con el equipo, tuvo que volar hasta Bogotá antes de cruzar de nuevo el 'charco' para llegar regresar a Madrid.
La historia, rocambolesca para algunos, ha cargado al jugador con una elevada cantidad de kilómetros, con el cansancio correspondiente que, desde Concha Espina, desean que no pase factura alguna a su situación.