Día histórico para la Selección de Japón. El combinado nacional, como parte de la fase de clasificación al Mundial de Catar, pasó por encima de una Mongolia incapaz de ofrecer ningún tipo de respuesta. El resultado fue de 0-14, evidencia que solo hubo un equipo sobre el terreno de juego.
Las dianas se distribuyeron a lo largo de todo el encuentro, aunque llama la atención que las tres últimas se dieran ya después del 90', lo que dio buena cuenta de que la defensa visitante no tenía recursos para frenar la sangría y que el ataque local no tenía pensado levantar el pie del acelerador.
Marcaron Minamino, Osako ('hat trick'), Kamada, Morita, Tuya -en propia puerta-, Inagaki ('hat trick'), Ito (doblete), Furuhashi (doblete del compañero de Iniesta en el Vissel Kobe) y Asano. Tanto nombre en el luminoso sirvió para elevar superlativamente la moral de la escuadra de cara al Mundial, en el que no es favorita.
Aunque el esfuerzo fuera colectivo, Minamino se convirtió en uno de los principales protagonistas. Cedido por el Liverpool al Southampton, esta gran actuación puede venirle de perlas para seguir llamando la atención con los 'saints' y, sobre todo, demostrando su nivel a la directiva 'red'.