El jugador brasileño, tras irse de Mario con un sombrero excepcional, la cedió para un Luis Suárez que remató con todo para tratar de celebrar su segundo gol particular.
El balón se estrelló en Jaume Costa y el árbitro señaló la acción como penalti. La pelota pareció darle entre el pecho y su brazo izquierdo.
Eso sí, la decisión fue un tanto ambigua ya que algunos jugadores reclamaron que no hubo voluntariedad en el corte del defensor del Villarreal, por lo que la polémica vuelve a estar servida.