La Divisió d'Investigació Criminal de los Mossos d'Esquadra ya conocía la vivienda de la zona alta de la Ciudad Condal en la que vive Boateng desde hace menos de un mes, cuando fichó por el Barça.
Y es que en esta casa vivía Jordi Alba, también jugador del Barcelona, que sufrió un asalto el pasado mes de noviembre.
La casa, una vivienda unifamiliar con jardín, piscinas y vistas, cuenta con un sofisticado sistema de vigilancia con cámaras que no echó para atrás a los ladrones.
La primera vez, cuando Jordi Alba vivía en ella, también contaba con un vigilante de seguridad las 24 horas del día. Según afirma 'La Vanguardia', fuentes cercanas al lateral afirmaron que la familia decidió mudarse por la sensación de vulnerabilidad que le produjo el robo.
El asalto se produjo cuando el defensa viajó a Milán para disputar un partido, forzando una ventana del primer piso. Los ladrones fueron tan sigilosos que ni los vigilantes ni la familia se dieron cuenta hasta que vieron todo revuelto.
Aunque no trascendió el valor de lo sustraído, los asaltantes consiguieron abrir una caja fuerte y llevarse joyas y otros objetos de valor.
El pasado sábado, los ladrones visitaron de nuevo la edificación aprovechando que Boateng estaba jugando contra el Valladolid y se llevaron joyas, relojes de lujo y dinero en efectivo por un valor de más de 300.000 euros, según el testimonio del propio delantero en la denuncia que puso.
De acuerdo al citado medio, entraron el pasado sábado de forma similar: forzando una ventana de la planta baja. Ya dentro se tomaron su tiempo y reventaron con una radial dos cajas fuertes empotradas en una habitación.
Además, se llevaron otra caja fuerte situada en un armario, en una de las habitaciones usadas por una de las personas de confianza de Boateng, y que contenía unos 5.000 euros.