Alba comenzó a destacar desde bien temprano en el fútbol. Tras siete años en las categorías inferiores del Barcelona, cambió la Ciudad Condal por la del Turia.
El Valencia, una fábrica acostumbrada en los últimos años a sacar varios y buenos laterales zurdos con una importante proyección ofensiva, supo ofrecerle lo que necesitaba
Jordi llegó a Mestalla como extremo, pero los técnicos valencianos lograron reconvertirle en el perfil de lateral 'ofensivo' al que están acostumbrados en Valencia.
Su buen papel le llevó a la Eurocopa 2012, en cuya final contra Italia marcó y, ese mismo verano, se comprometió con el Barça a cambio de 14 millones de euros.
Alba comenzó a ser un fijo con España, con la que acudió tanto al Mundial de Brasil como a la Euro de Francia 2016.
Ahora, totalmente asentado en el club 'culé' a pesar de las últimas variaciones tácticas de Luis Enrique, entra en una de las edades más propicias para los futbolistas, en la que se aúna frescura y experiencia casi a partes iguales.