No importa cómo empieza, sino cómo acaba. Aunque el partido pasó por etapas de dominio majariego, era el día del Reus y eso no se puede cambiar. El equipo catalán aprovechó el empuje de su gente para superar una racha de dos empates y dos derrotas en cuatro partidos.
Desde el inicio hubo igualdad. Avisó Linares nada más comenzar el choque y el Rayo insistía por las bandas, pero la primera mitad no dejó demasiadas ocasiones. Las defensas de ambos conjuntos estuvieron bien plantadas y tanto Édgar como Basilio contribuyeron a la igualdad.
El Reus comenzó mejor, pero los majariegos acabaron camino a vestuarios con mejores sensaciones, las cuales se rubricaron con un gol sólo tres minutos después de que comenzara la primera mitad.
Eso sí, para romper la igualdad en el marcador necesitaron de la suerte los visitantes, pues todo llegó con un disparo de Aitor Rubial que chocó contra el palo y que provocó que el balón se estampara contra el portero y, mediante el rebote, acabara en su propia portería.
Pero no tardó en llegar el empate en el luminoso gracias a Catena, que se impuso a la defensa visitante para aprovecharse de un centro de Gus desde una de las esquinas. Con el 1-1 la tensión y los nervios comenzaron a aflorar.
Hubo ocasiones y el partido fue cambiando de color, pero el Reus consiguió el tesoro de los tres puntos gracias a la indecisión de la defensa del Rayo y a la picaresca de un Juan Domínguez que la buscó hasta que encontró el gol en el 87' para dar oxígeno a un Reus que ya se encuentra con 12 puntos, cuatro unidades por encima del Tenerife. El Rayo Majadahonda suma los mismos puntos.