No habrá final soñada. Bueno, para algunos sí. Ciudad Juárez promete ser una fiesta después de que su equipo se haya impuesto a Pumas en las semifinales de la Copa México Clausura.
Los del Olímpico Benito Juárez llegarán al partido decisivo tras demostrar que lo conseguido ante León y Veracruz, en octavos y cuartos, no fue un espejismo ni mera suerte.
Y es que los de Gabriel Caballero siempre jugaron de tú a tú a los universitarios. Con la posesión muy repartida, fue Pumas el que disfrutó de la primera gran ocasión del encuentro con un disparo de Iturbe que se marchó por poco.
El resto de la primera parte fue anodina, sin una mísera ocasión clara con la que poder llevarse siquiera las manos a la cabeza en un intento por celebrar un gol.
Todo sería muy diferente tras la pausa. En primer lugar, Rodrigo González dejó con diez a Pumas tras ver la segunda amarilla por un claro agarrón. Ahí comenzó la debacle.
Mauro Fernámdez, que entró durante el receso, fue el hombre que lo cambió todo cuando se cumplió la hora de juego. Con una tremenda carrera por la banda dejó atrás a su marcador y puso un pase de la muerte. En área esperó Panuco que, tras controlar, mandó el balón al fondo de la red.
Intentó reponerse Pumas y se lanzó al ataque. Consiguió encerrar a Juárez durante unos minutos, aunque no lo suficiente como para hacer daño con sus jugadas.
Los visitantes luchaban como un animal moribundo. Sin embargo, a cinco minutos del final, llegó el segundo disparo que acabó con los últimos intentos de dar un zarpazo por parte de Pumas.
Luis Alberto López aprovechó un rechace de Saldívar para sentenciar. Los universitarios pidieron fuera de juego, pero Malcorra se quedó rezagado y habilitó la jugada, como se pudo apreciar en la repetición. Juárez ha cazado un puma y en su punto de mira ya tiene enfocado el águila.